martes, 2 de diciembre de 2014

Unidades Geodinámicas

Geodinámica terrestre

Se denomina geodinámica a la suma de los procesos geológicos que afectan a la Tierra y determinan su constante evolución. 
También se la define como el conjunto de causas y efectos que provocan los cambios estructurales, químicos y/o morfológicos que afectan al planeta.
La palabra lo dice geo: tierra; dinámica: movimiento.

Hay dos tipos de Geodinámicas:

Geodinámica interna:

 Es originada por fuerzas que actúan desde el interior de la Tierra (fuerzas endógenas o tectónicas). Se inicia en la astenosfera (región superior del manto) y se desplaza en contra la gravedad. Esta geodinámica está relacionada con la formación de montañas, mesetas, cordilleras, entre otras, por lo tanto, es constructora del relieve de nuestro planeta.

Geodinámica externa:

En la geodinámica externa intervienen los factores y fuerzas externas de la Tierra (viento, agua, hielo, etc..), ligada al clima y a la interacción de éste sobre la superficie o capas más externas.

Unidades Geodinámicas de la Tierra

Las unidades geodinámicas son las siguientes:

Litósfera: Comprende la totalidad de la corteza y la porción del manto superior que llega hasta la astenosfera. La litosfera bajo los continentes es más gruesa que bajo los océanos. Es una capa rígida que se halla dividida en placas tectónicas que se mueven lenta y continuamente unas respecto a otras, causando terremotos y volcanes.

Manto: El manto superior se compone de hierro y silicatos de magnesio como el olivino y el inferior de una mezcla de óxidos de magnesio, hierro y silicio.


Núcleo externo: El núcleo externo de la Tierra es una capa líquida compuesta por hierro y níquel situada entre el manto y el núcleo interno. Su límite superior es la discontinuidad de Gutenberger, situada a unos 2.885 km de profundidad, mientras que su límite inferior es la discontinuidad de Lehmann, situada a unos 5.155 km; tiene, pues, un grosor de unos 2.270 km. Su temperatura varía desde los 4.400 °C en su región superior hasta los 6.100 °C en su zona inferior.

Núcleo interno: En estado sólido. Pese a las elevadas temperaturas existentes, próximas a los 5000ºC, las altísimas presiones impiden que los materiales del núcleo interno alcancen el punto de fusión.